AURORAS BOREALES EN NORUEGA: RUTA DE 4 DIAS POR LAPONIA
Ver las auroras boreales siempre ha sido un sueño para nosotros y por fin, tuvimos la oportunidad de salir en su búsqueda. Para echarte una mano a cumplir este sueño, te contamos nuestra ruta por la Laponia noruega en 4 días, dónde tendrás la oportunidad de ver Auroras Boreales en Noruega.
Cabe remarcar que ver auroras boreales no era la única razón del viaje (aunque si la principal) y es que, cuando organizas este viaje no debes hacerlo solo por la aurora, ya que es posible que te vuelvas sin verla.
Nosotros decidimos volar hasta una pequeña ciudad al norte de Noruega, en la región de Finnmark: te hablamos de Alta, muy cerquita del polo norte! Desde aquí empezamos nuestra aventura.
¿Listos para este gélido viaje?

¿Qué vas a encontrar?
Antes del viaje
¿Por qué elegimos Alta?
Si has buscado información acerca de las auroras boreales en Noruega, posiblemente te hayas topado con Tromsø, sin duda la ciudad más famosa del país escandinavo para ver auroras boreales en Noruega. Sin embargo, fue esta fama lo que nos desanimó de ir allí.
Tromsø es seguro una ciudad preciosa, pero al ser tan conocida está muy concurrida por turistas que, igual que nosotros, ansían ver las famosas luces. Además, al tratarse de una ciudad grande, la contaminación lumínica es mayor y tendrás que alejarte suficiente para que no estropee el espectáculo.
Alta, en cambio, es mucho menos famosa (y por eso tiene mucha menos oferta turística) pero no se queda para nada corta y a nosotros nos encantó. El turismo no es masivo y fue un gran punto positivo, todo es mucho más cercano y te sientes mejor integrado. Además desde Alta es fácil llegar a Kautokeino y Karasjok, dos pueblos donde la cultura Sami sigue presente y que nos moríamos de ganas de conocer.

Conducir por la nieve ¿es seguro?
Esta fue una de las preguntas que más incertidumbre nos generó, nunca habíamos conducido en condiciones como estas.
Después de todo el viaje podemos decir que en general es seguro conducir en estas condiciones siempre y cuando el coche esté habilitado para ellas. Los coches en Noruega equipan neumáticos especiales para nieve (no necesitan cadenas) y los quitanieves limpian frecuentemente la carretera. Además la velocidad está muy limitada, lo que mejora la seguridad de la conducción.
Con un poco de sentido común (no conducir si hay ventisca, no hacer movimientos bruscos, etc) no es tan difícil moverse por aquí, aunque algún pequeño culetazo si te puede dar el coche 😉

Cómo encontrar Auroras Boreales
Las Auroras Boreales son fenómenos naturales, así que no se puede saber con total exactitud si las verás en tu viaje, esa es la verdadera belleza de la naturaleza, ¿no?
Hay varios factores que tener en cuenta para encontrar las mejores condiciones para ver este fenómeno. Por supuesto, aparte de encontrar un lugar con la menor contaminación lumínica posible, necesitarás que las condiciones meteorológicas así como la actividad solar sean suficientemente buenas.
Nosotros en nuestro viaje decidimos buscar auroras por nuestra cuenta. Para eso hicimos uso de la web yr.no para conocer el pronóstico del tiempo, y la app myaurora forecast o Norway Lights así como la web de aurora service para estar al tanto de las probabilidades de ver auroras y su previsión. Desde luego si quieres aumentar tus posibilidades es recomendable hacer uso de las diferentes apps existentes.
También existe la posibilidad de contratar un tour que te lleve en su búsqueda. Nosotros lo hicimos por nuestra cuenta, pero el tour puede ser una magnífica idea. La gente que organiza el tour suele conocer los mejores lugares para ver auroras boreales en Noruega.
Sin embargo, contratar un tour no garantiza ver las luces (algunos te ofrecen una segunda oportunidad si no las ves la primera vez). De hecho, en el viaje de vuelta, conocimos a una chica que habiendo contratado un tour, se marchó sin poder disfrutar del espectáculo.
En Alta estaba la empresa glød explorers que organizaba estos tours además de muchísmas otras actividades.

Nuestra ruta por Laponia Noruega durante 4 días
Día de llegada
Nuestro viaje comenzó en Madrid a mediodía, sobre las 14 horas salía nuestro vuelo a Oslo, donde haríamos 2 horas de escala y tomaríamos un vuelo a Alta.
El vuelo Madrid-Oslo toma cerca de 4 horas, mientras que desde Oslo a Alta son 3 horas (sí, Noruega es un país enorme). Por cierto, el vuelo de Oslo a Alta que tomamos, realizaba una parada en Tromsø (parada, no escala) donde casi todo el mundo abandonó el avión: nos quedamos nosotros y unos pocos noruegos.

En principio deberíamos haber llegado a Alta a las 22:30, donde recogeríamos el coche que habíamos alquilado, pero la verdad es que todos (absolutamente todos) los vuelos que tomamos ese día se retrasaron y acabamos llegando sobre las 23:30 y pagando un pequeño suplemento por recoger el coche tarde.
TIP: Siempre que sufras un retraso para cualquier actividad/servicio, intenta ponerte en contacto con la empresa en cuanto lo sepas para poder paliar los efectos. A nosotros nos funcionó!
Nos hicieron un gran favor desde la compañía de alquiler de coche, ya que a esa hora debería estar cerrado, la chica se acercó al aeropuerto simplemente por nosotros a las 12 de la noche!
Por lo que nos contaron fuimos afortunados, ya que unos días antes estaban cancelando los vuelos debido a malas condiciones atmosféricas.
Ya con nuestro coche, un Toyota Corolla automático (al parecer se lleva mucho el coche automático, y aunque era la primera vez que llevamos uno acabamos encantados) condujimos hasta el hotel donde haríamos noche, para salir la próxima mañana hacia Kautokeino.
Esa noche estaba completamente nublado, y aunque las predicciones eran favorables, las nubes no nos dejaron ver el cielo, así que no tuvimos suerte para ver las auroras boreales. Tampoco tuvimos suerte desde el avión, lo que hubiera sido una pasada.
Noche en Scandic Alta Hotel – 101 € (desayuno buffet incluido)

Primer día: Kautokeino
Después de disfrutar un maravilloso desayuno en el hotel, nos subimos al coche y emprendimos nuestro camino a Kautokeino, donde a mediodía habíamos reservado una experiencia para conocer más de cerca la cultura Sami con Sokki Adventure.
Para gente como nosotros, que solo ve la nieve una vez al año (y si hay suerte), conducir el coche por esas carreteras completamente blancas resultaba terrorífico, pero lo cierto es que tanto los coches como la calzada están preparados para este gélido clima.
Enseguida pudimos deshacernos de los miedos y disfrutar de la conducción, ¡y menos mal! Porque al poco de salir de Alta pasamos entre unas montañas que brindaban un precioso espectáculo a la vista.

Al poco de llegar a Kautokeino y dejar nuestras cosas en el hotel, nuestro guía Sami vino a recogernos en su moto de nieve.
El pueblo Sami es la primera población autóctona que ha habitado la Laponia (no solo noruega, pero también sueca, finlandesa y rusa). Estos indígenas de Laponia son conocidos por pastorear renos y recientemente saltaron a la fama por su aparición en la galardonada película de Klaus (si no la has visto es muy recomendable).
Durante esta experiencia, además de comer un riquísimo estofado de reno mientras nos calentábamos dentro del Lavvu (tienda típica Sami), tuvimos la oportunidad de practicar nuestras lazadas, hacer unas carreras de renos por la nieve y conocer más acerca del pueblo Sami.
Sin duda fue una experiencia 100% recomendable, aunque la cantidad de nieve que había casi hace que perdamos los pies. De hecho nuestro amigo Sami nos dijo que, aunque lo normal por esas fechas es que hubiera sobre 15 cm de nieve, ahora había cerca de 1 metro!!

Más tarde, y después de calentar nuestros pies en el suelo radiante del baño del hotel, fuimos a la famosa galería de plata de Kautokeino, Juhls’ Silvergallery. Aquí realizamos un tour completamente gratuito por la galería, que por cierto recomendamos totalmente, no sólo por su interior, sino también por su curisosa arquitectura.


Esa misma noche condujimos varios kilómetros en busca de auroras boreales en Noruega, pero la niebla que se había levantado hizo que nos fuera de nuevo imposible.
Noche en Thon Hotel Kautokeino – 1.526 NOK (~152,6 €) (desayuno bufet incluido)
Segundo día: Karasjok
El segundo día partimos hacia Karasjok. La carretera no es tan buena como la que conectaba Alta con Kautokeino, pero aún así está en buenas condiciones.
Nos tomamos el camino sin prisas, realizando varias paradas durante el trayecto para disfrutar del paisaje. A nosotros lo que mas nos gustó fue toparnos con renos en libertad y un precioso río congelado que encontramos.

Cuando llegamos a Karasjok el sol ya se había puesto, la verdad que en esas fechas las horas de luz son muy cortas.
Karasjok es una ciudad muy pequeña, aprovecha para dar un paseo y disfrutar de su encanto (con toda esa nieve todo parece mágico). Además podríamos decir que se trata de la capital cultural de los Sami, con el parlamento y el Sampi park, dónde podrás conocer mucho más de este interesante pueblo.
Por cierto, en muchos hoteles te prestan trineos para que puedas descubrir la ciudad de forma diferente. Nosotros nos sentimos como niños realizando vertiginosos descensos por las desoladas y blancas calles de la ciudad.
TIP: los noruegos están acostumbrados a toda esa nieve, así que no los verás eufóricos, pero tú no tengas vergüenza y escala esos montones de nieve para bajarlos como si fueran un tobogán. ¡Que no te de apuro enterrarte en la nieve!
El hotel se encontraba cerca de un pequeño monte donde había una pista de esquí, por lo que si te gusta este deporte lo tienes muy cerca de la ciudad.
Después de una deliciosa cena en el hotel, volvimos a intentar buscar las auroras, pero de nuevo una intensa niebla se levantó.
Noche en Scandic Hotel Karasjok – 141,66 € (desayuno buffet incluido)
TIP: tanto Kautokeino como Karasjok, situados en la meseta de Finnmark, son ubicaciones ideales para ver auroras boreales en Noruega, ya que las precipitaciones suelen ser escasas. Sin embargo nosotros no tuvimos esa suerte.
TIP: Karasjok está muy cerca de la frontera con Finlandia, por lo que puede ser interesante si estás pensando en visitar ese país también. Desde Karasjok parten autobuses a Finlandia (no todos los días) puedes encontrar mas información aquí.

Tercer día: Karasjok y Alta
Había estado toda la noche nevando y nuestro coche estaba literalmente cubierto de nieve. Pero no podíamos marcharnos de aquí sin conocer mejor el parlamento Sami.
La entrada es gratuita y realizan tours (también gratuitos) los martes, miércoles y jueves a las 13:00 (siempre y cuando no haya sesión parlamentaria). Para más información puedes visitar la página oficial del Parlamento Sami en Karasjok.


Aunque nosotros no fuimos ninguno de esos días debido a la planificación de nuestro viaje, uno de los trabajadores que allí había nos realizó un tour privado para nosotros solos, así que ¡mil gracias!!
TIP: el edificio más famoso del parlamento, cuyo diseño está inspirado en un Lavvu, se ilumina por las noches. Esta luz junto con el nevado paisaje lo hacen un lugar precioso para tomar unas cuantas fotos.
Después de la visita guiada, recogimos y partimos de nuevo hacia Alta donde pasaríamos las dos últimas noches.
Ese día no había parado de nevar, y la nevada se intensificó durante nuestra vuelta. Eso, sumado a que el contraste era nulo (todo era blanco, carretera, paisaje, cielo) dificultaba mucho la conducción.
Por suerte tienen la buena costumbre de marcar los bordes de las carreteras con unas pértigas de color rojo, por lo que reduciendo un poco la marcha no fue ningún problema, aunque nos retrasó bastante.

TIP: nosotros volvimos a Alta por el mismo camino que habíamos tomado para venir, sin embargo se puede llegar por otro camino algo más largo que te llevara más cerca del cabo del norte (Nordkapp). No tomamos esa ruta ya que algunas carreteras estaban cortadas por la nieve y además la nevada hizo que prefiriésemos la opción más segura.
Cuando llegamos a Alta, aprovechamos para tomar unas cuantas fotos en el centro de la ciudad. Esa noche la probabilidad de ver auroras era baja, así que no nos esforzamos demasiado. Además, para variar, estaba completamente nublado.
Noche 1/2 en Thon Hotel Alta – 125 € (desayuno buffet incluido)
Cuarto día: Alta
Este era nuestro último día completo en el país escandinavo. Por la mañana habíamos reservado una actividad dónde podríamos convertirnos en musher y conducir nuestro propio trineo de huskies, un sueño hecho realidad.
La experiencia, que realizamos con Trasti og Trine, fue increíble. Nuestros amigos perrunos eran unos verdaderos atletas. Sin duda volveríamos a hacerlo un millón de veces más.
Aquí no solo disfrutamos de un maravilloso paseo en trineo por un río congelado, si no que además tuvimos la oportunidad de charlar con otros viajeros y locales que compartieron la experiencia con nosotros mientras disfrutabamos de una delicioso tentempié al calor de una hoguera.
TIP: además de las experiencia con los perros, en Trasti og Trine ofrecen opciones de alojamiento y cursos de cocina muy interesantes.

Después de la experiencia perruna, condujimos hasta Sorrisniva Igloo Hotel, un hotel iglú que construyen cada año con el hielo de un lago y que con la primavera se deshace y al año siguiente, vuelven a construirlo. Sin lugar a dudas es un sitio que merece la pena visitar. Además si quieres, puedes quedarte a dormir allí (siempre que pagues el precio que no es barato).

Esa sería la última noche que pasaríamos allí, nuestra última oportunidad de ver las auroras este viaje. Desde el hotel condujimos hasta una playa que nos indicaron esa misma mañana en la oficina de turismo de Alta (totalmente recomendable preguntar, ya que son muy agradables y están encantados de ayudar).
Esa noche las condiciones no eran excelentes: el cielo estaba cubierto, pero se abrían algunos claros que nos daban esperanza. Por otro lado había luna llena, lo que significa que la aurora tendría que brillar con más intensidad para poder verla. Eso sí, el paisaje era magnífico.
Tras unas horas de espera en el intenso frío (menos mal que llevábamos calentadores en los pies!) decidimos utilizar la cámara para ver si había alguna señal, y allí estaba, encima de la montaña, una pequeña mancha verde imperceptible para el ojo humano. Menuda decepción.

TIP: Las cámaras digitales (también la del móvil, si) pueden captar luces que nuestro ojo no puede. Puedes usarlas para intentar observar posibles auroras, pero recuerda bajar el brillo!!
Y cuando todo parecía perdido, por encima de nuestras cabezas una tenue cortina grisácea se extendió a la vez que iba tomando un halo verdoso cada vez más intenso. Y durante unos breves minutos, bailó para nosotros.
Por lo que pudimos leer a posteriori, no fue la mejor aurora o la más fuerte, pero si la mejor que nosotros hemos visto jamás. Además, después de todo este viaje, verlas el último día fue una suerte.
Después de ese fántastico regalo de despedida que Noruega nos brindó, las auroras fueron apareciendo cada vez mas lejos, hasta que se perdieron entre las nubes.
Lo habíamos hecho, un sueño cumplido.
Noche 2/2 en Thon Hotel Alta – 125 € (desayuno buffet incluido)

Último día/ Fin del viaje
Nuestro vuelo partía a mediodía, así que aprovechamos la mañana para visitar la ciudad de Alta con luz diurna y tomar algunas fotos de recuerdo.
Para volver a España, haríamos escala primero en Oslo y luego en Bruselas, en total casi 12 horas. Desde luego fue un viaje bastante largo y pesado pero volvíamos con muy buenas sensaciones. Además, en el vuelo Bruselas-Madrid tuvimos el honor de ir sentados, nada más y nada menos que al lado de la actual ministra de defensa, Margarita Robles (¿qué habría pasado que tuvo que viajar en clase turista?).

Opinión y valoración del viaje
La verdad se nos quedarón muchas cosas por hacer (esquí alpino, motos de nieve, pesca en hielo, fatbikes, ver ballenas, visitar fiordos, etc) pero no cambiaríamos nada del viaje.
Tuvimos la oportunidad de cumplir nuestro sueño de ver auroras boreales en Noruega y montar en un trineo de huskies por la tundra ártica.
Recuerda que ver auroras no debe ser la única razón de tu viaje, porque al tratarse de un fenómeno natural, es muy posible que no lo llegues a ver y sería una tremenda decepción.
Puedes pensar que no fueron muchas actividades, pero cuando vayas allí verás que cada pocos metros querrás parar a fotografiar el paisaje, que te hundes hasta la cintura en la nieve y que apenas tendrás unas pocas horas de sol.
Nosotros fuimos muy afortunados en el sentido de que no nos hizo demasiado frío, el mínimo que alcanzamos fue de -12ºC, nada comparado con los -30ºC que se llegan a alcanzar fácilmente en Kautokeino y Karasjok.
En resumen, fue un viaje muy completo y muy diferente de los que habíamos hecho hasta ahora y ha sido una experiencia inolvidable.
¡Estamos desando volver ya a la caza de auroras boreales en Noruega o cualquier otro sitio!

Esperamos que hayas disfrutado el post y que te anime a visitar este maravilloso país nórdico. Nosotros estamos deseando volver desde el mismo día que nos fuimos, ¡y escribir este post sólo consigue intensificar esas ganas aun más! (y eso que este país es carísimo!!!)
Y tú, ¿has visto auroras boreales en Noruega u otro sitio?¿conoces el pueblo Sami? ¿Tienes ganas de realizar esta experiencia?
Cuéntanos abajo en los comentarios y si tienes alguna duda ya sabes, puedes contactarnos por e-mail 🙂
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